LA SUCESIÓN EN LA EMPRESA FAMILIAR

La necesidad de preparar el proceso de la sucesión en la empresa familiar

Los proyectos y las empresas de éxito sobreviven a su emprendedor o fundador. El profesional que ha creado una empresa de la nada, con recursos limitados y la ha llevado al éxito; de tal manera que le ha permitido vivir de ello y posiblemente dejar un legado a sus descendientes, puede sentirse realmente orgulloso.

El emprendedor, en la medida que su proyecto crece, va dedicando más tiempo a tareas de dirección, y si además incorpora en la organización a familiares y a otros empleados, se convierte en un empresario familiar, y en consecuencia su empresa pasa a ser una EMPRESA FAMILIAR.

Dentro de la evolución positiva de la empresa y sin perder la esencia personal de su promotor, la dirección y los nuevos retos a los que normalmente se enfrenta: gestión financiera, producción, proveedores, personal, mercados, competencia, etc., le obligan a un duro aprendizaje. Normalmente no se está suficientemente preparado para ello, aunque la intuición, la gran dedicación y la confianza en las posibilidades de su empresa compensarán las carencias de conocimientos.

La mayor profesionalización en la gestión o los nuevos retos llevan al empresario, o a tomar decisiones para asegurar su crecimiento, o a no atreverse a dar el paso, aplazándolo sin motivo y con excusas muy diversas, perdiendo en muchos casos, oportunidades de ser más competitivos y crecer; lo que pone en riesgo el futuro de la empresa.

Los nuevos desafíos hacen que el empresario-fundador deba pasar a un plano distinto, donde la profesionalización hace cambiar el estilo de dirección y ese poder de decisión tan personal que le ha hecho llegar a este punto, pierde autoridad e influencia, siendo para el promotor duro de admitir.

Además, con el paso del tiempo el empresario va perdiendo capacidades y aunque normalmente los más allegados se dan cuenta de ello, no son capaces de exponérselo. La sucesión en la empresa familiar debe plantearse en este momento.

La preparación de ese relevo, es un proceso que va más allá del simple nombramiento de su sucesor, pues hay que tener en cuenta que el conocimiento que tiene el empresario de su propio proyecto y la asimilación de la evolución de la empresa, muy probablemente, no ha sido un proceso automático o adquirido por su promotor por asimilación instantánea, sino un proceso largo y, con toda seguridad, muy duro y de mucho esfuerzo.

El RELEVO dependerá igualmente de otros factores, desde el sector, tipo y tamaño de la empresa, pasando por la edad y salud del empresario, expectativas de cada empresa y sobre todo de la posición de partida del sucesor. Factores hay que valorar en toda su dimensión para una sucesión empresarial exitosa.

Hay que tener en cuenta, que la antigüedad de una empresa suele ser comercialmente asimilado a un concepto de confianza y buen hacer, de cara a los clientes, proveedores y trabajadores. Un valor añadido que no se ha de perder por no planificar la SUCESIÓN DE LA EMPRESA FAMILIAR.

Un dato a tener en cuenta es que en España la supervivencia de la empresa familiar, 2ª generación, está entre un 25% y el 40%. Esta tasa de supervivencia empresarial en el caso de la empresa familiar, donde no se ha previsto la sucesión, cae a niveles inferiores al 10%. De ahí la importancia de llevar a cabo este importante paso.

El equipo de Heredas Canarias le va a acompañar en todo este proceso de preparación, ayudándole a solventar los problemas y dejar preparada la sucesión de la mejor manera.

Juan Carlos Pisa