Tal y como establece nuestro Código Civil, se llama TESTAMENTO OLÓGRAFO, a que el testador escribe por sí mismo en la forma y con los requisitos que se determinan en el propio Código Civil.
Se trata de un testamento cada vez menos habitual, pero puede ser que nos encontremos con un familiar que no ha querido ir al Notario a otorgar su testamento y lo haga de su puño y letra.
Los requisitos para que sea válido este tipo de testamentos serían los establecidos en el art. 688 C. Civil.
1.- Sólo podrá otorgarse por personas mayores de edad.
2.- Ha de estar escrito en su totalidad de puño y letra del testador.
3.- La firma: basta la firma usual, sin que sea preciso la firma con nombre entero y los apellidos.
4.- Ha de contener el año, el mes y día en que se otorgue.
5.- El propio testador ha de salvar las palabras tachadas, enmendadas o entre renglones, bajo su firma.
6.- Y en caso de que el testador sea extranjero podrá otorgar el testamento ológrafo en su propio idioma.
La jurisprudencia, es decir, nuestros tribunales, ha ido matizando estos requisitos, así, por ejemplo, un menor emancipado podría redactar un testamento ológrafo pues puede entenderse que el requisito de la mayoría de edad, se trata de un requisito de capacidad y no de forma, en el sentido de que se ha de exigir la capacidad de los mayores de edad, que ostentaría un menor emancipado, por ejemplo, a la edad de 17 años.
Respecto a las palabras tachadas o enmendadas y no salvadas habría que distinguir si afectan o no a una parte esencial del testamento, si se trata de una parte esencial ello podría ser causa de nulidad del testamento, en caso contrario cabría la posibilidad de anular sólo la parte tachada o enmendada.
Y la firma ha de ser la habitual, sin que sea necesaria que sea idéntica a las anteriores; lo que no puede ser es una firma totalmente distinta, sin nada que ver con la que se utiliza normalmente.
En el siguiente artículo hablaremos sobre cómo proceder en caso de que un familiar fallecido haya dejado un testamento ológrafo.
En HEREDAS te indicamos como proceder, un trámite que puede resultar más sencillo de lo que parece.